亥每·沙丙士诗5首
亥每·沙丙士(Jaime Sabines)墨西哥诗人。一九二六年出生于墨西哥南部。大部份诗作品皆冷峻而富自传性。其为父亲之死所作之长诗即其作品中之最强烈者。要言之其作品虽具抒情性,但组织紧凑,用字经济,其张力之经营甚为难得。一九六二及一九七六皆有选集出版。
我高兴
我高兴过了这么多个钟头之后太阳出来了;我高兴树欠伸为同一个人
正自床上起身;我高兴今天是这个月的第二十六日;我高兴我们还不
曾死掉。
我高兴也有些愁苦的人,就像那个女子,要是她不曾爱别人,她一定
会爱我。我高兴因为慈祥的神使得我高兴。
我喜欢唤狗:堤利,皮灵!我高兴,我什么都想作。除非能诊治你的
灵魂,我不想让这杯特起拉灌醉。我想倒立来逗你笑,我想拉出你
的舌头让你收紧小腹。
我咬你的耳垂,我舐你左边的乳头,我知道我很靠近你的心脏,一定。
我想宣示同你成为好朋友。我不会给谁什么。我仍会慷慨。我会张开
双手,跪在街角,让太阳,以及过路的男子、上学的女孩,以及从教
堂出来的老婆婆每人都给我一分钱。
我会乖乖的,就像一个刚从监狱放出来的人一样。
晨间十点
我爱你在晨间十点钟、十一点以及中午。我爱你以我的全生命,全身。
甚至下雨的午后。但是下午两点或三点,当我想及我们俩,而你却想
着晚餐,或者你的家务事,或者你缺乏的那些小小的欢乐时,我便开
始静静地恨你,还有另一半的恨意,留来给我自己。
而后我又爱你。当我们躺下,我觉得你就是为我而设。你的膝头你的
肚皮也这么说。我的双手也证明了,没有什么别的地方比你的身体更
值得我回去,或者离开。你毫不保留的给出,我们将自己置于上帝的
口中,直到我告诉你我肚饿或者渴睡。
每天我都爱你而又不可改变地恨你。也有些日子有些时辰我不认识你,
你成为一个陌生人,像是别人的老婆。我为别人也为自己的事忙,我
的烦恼令我痛苦,彷佛好久我不曾想到你。现在,看吧,我的爱,谁
会比我更爱你?
殡 葬
灵车的后面是载着送殡者──亲朋们──的黑巴士。三几个人在淌泪。
对他们而言,这真是痛苦,要被汽车喇叭嘲弄,还有报贩的叫卖声,
路人的嘻笑声。灵车前进,停顿,又再加速,令人想到就算是死人也
得遵从交通灯志。这是个城市的殡葬,高贵而井井有条。
但却比不上乡下的丧礼来得庄严而温柔。一次我见到一个农人背着一
个小小的白匣子,那是个女孩,大概是他的女儿吧!没有人跟随他,
连围上一块大头巾,脸色变得严肃彷佛正思索着死亡的那种邻人也一
个都没有。他独自走在街中间,一手抓了帽子压在匣顶上。当我们来
在镇中心时,他后面便跟了四部车子,陌生人都不敢超越他。
车站上
我刚在车站上同罗沙分手,她得了癌症,要回去Tuxtla待死。她清楚
得很,也向我们交代了她的女儿。
当斗牛场上牛快要死的时候,它们常会去一个最钟意的角落,那儿它
们觉得安全。我们也一样。我们总想回去原来的地方。那地方,乡间,
草叶、种子以及气息一直就负载于我们的皮下。生长于斯的空气以及
砂、受洗的圣水等等,我们想在那些之间消失。
罗沙的身体正在找寻那个角落。今天她搭八点廿五分的班车开向Tux
tla。
我就是我的身体,而我的身体又不快乐又疲累。我想睡它一个礼拜,
我不想再用光脚踩在冰冷之上,掷给我一点什么温暖的东西吧,床单,
睡,我要睡它一个月,一年,如果我发梦呓,如果我叫谁的名字,如
果我嘟囔,别理会我。我要你就当我是已经下葬了,你什么办法也没
(Tuxtla Gutiérrez, México, 1926 - Ciudad de México, 1999) Poeta mexicano. En el horizonte de la penúltima poesía mexicana, la figura de Jaime Sabines se levanta como un exponente de difícil clasificación. Alejado de las tendencias y los grupos intelectuales al uso, ajeno a cualquier capilla literaria, fue un creador solitario y desesperanzado cuyo camino se mantuvo al margen del que recorrían sus contemporáneos. Hay en su poesía un poso de amargura que se plasma en obras de un violento prosaísmo, expresado en un lenguaje cotidiano, vulgar casi, marcado por la concepción trágica del amor y por las angustias de la soledad. Su estilo, de una espontaneidad furiosa y gran brillantez, confiere a su poesía un poder de comunicación que se acerca, muchas veces, a lo conversacional, sin desdeñar el recurso a un humor directo y contundente.
Nacido en la localidad de Tuxtla Gutiérrez, capital del Estado de Chiapas, el 25 de marzo de 1926, tras sus primeros estudios, que realizó en el Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas, se trasladó a Ciudad de México e ingresó en la Escuela Nacional de Medicina (1945), donde permaneció tres años antes de abandonar la carrera. Cursó luego estudios de lengua y literatura castellana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, y fue becario especial del Centro Mexicano de Escritores, aunque no consiguió grado académico alguno.
En 1952 regresó a Chiapas; residió allí durante siete años, el primero de ellos consagrado a la política y los demás trabajando como vendedor de telas y confecciones. En 1959, tras conseguir el premio literario que otorgaba el Estado, Sabines comenzó a cultivar seriamente la literatura. Tal vez por influencia de su padre, el mayor Sabines, un militar a quien dedicó algunas de sus obras, y, pese al evidente pesimismo que toda su producción literaria respira, Jaime Sabines participó de nuevo y repetidas veces en la vida política nacional; en 1976 fue elegido diputado federal por Chiapas, su estado natal, cargo que ostentó hasta 1979. Y en 1988 se presentó y salió elegido de nuevo, pero esta vez por un distrito de la capital federal.
Compaginar esta actividad política, que parece exigir cierta disciplina ideológica y un proyecto colectivo de futuro, había de ser difícil para un hombre como el que nos revela sus escritos, autor de una obra marcada por el pesimismo y por una actitud descreída y paradójicamente confesional, imbuida de una concepción trágica del amor y transida por las angustias de la soledad. Aunque contemporánea de la de Octavio Paz, José Emilio Pacheco, Homero Aridjis y otras destacadas figuras de la efervescente lírica mexicana, su poesía se apartó del vigente "estado de cosas", se mantuvo al margen de las actividades y tendencias literarias, tal vez porque su dedicación profesional al comercio le permitió prescindir del mundillo y los ambientes literarios.
Influido en su prehistoria poética por autores como Pablo Neruda o Federico García Lorca, su primer volumen de poesías, Horal, publicado en 1950, permitía ya adivinar las constantes de una obra que destaca por una intensa sinceridad, escéptica unas veces, expresionista otras, y cuya transmisión literaria se logra a costa incluso del equilibrio formal. No es difícil suponer así que la poesía de Sabines está destinada a ocupar en el panorama literario mexicano un lugar mucho mayor del que hasta hoy se le ha concedido, especialmente por su rechazo de lo "mágico", que ha informado la creación al uso en las últimas décadas, pero también por su emocionada y clara expresividad. Este rechazo se hace evidente en el volumen Recuento de poemas, publicado en 1962 y que reúne sus obras La señal (1951), Adán y Eva (1952), Tarumba (1956), Diario, semanario y poemas en prosa (1961) y algunos poemas que no habían sido todavía publicados.
En 1965, la compañía discográfica Voz Viva de México grabó un disco con algunos poemas de Sabines con la propia voz del autor. Sabines reforzó su figura de creador pesimista, su tristeza frente a la obsesiva presencia de la muerte; pero se advierte luego una suerte de reacción, aunque empapada en lúgubre filosofía, cuando canta al amor en Mal tiempo (1972), obra en la que esboza un "camino más activo y espléndido", fundamentado en el ejercicio de la pasividad; un camino que lo lleva a descubrir que "lo extraordinario, lo monstruosamente anormal es esta breve cosa que llamamos vida". Pese a una cierta reacción que lo aleja un poco de su primer y profundo pesimismo, sus versos repletos de símbolos que se encadenan sin solución de continuidad están transidos de una dolorosa angustia.
Con un estilo que no teme la vulgaridad ni rechaza las tradiciones, la sabrosa y cordial poesía de Sabines puede también tomar un mayor vuelo, como se puso de manifiesto en el ambicioso proyecto Algo sobre la muerte del mayor Sabines (1973), un poema casi narrativo en el que el padre del poeta se constituye en protagonista del mundo y de la vida. Vinieron luego Nuevo recuento de poemas (1977), otro volumen antológico que recoge el material anterior, y Poemas sueltos (1983). Todos estos textos, así como una segunda parte de Algo sobre la muerte del mayor Sabines, fueron recogidos en la edición de 1987 de Nuevo recuento.
Traducida a varias lenguas, su obra fue galardonada con varios premios como el de literatura otorgado por el gobierno del Estado de Chiapas (1959), el Xavier Villaurrutia, instituido en honor del gran escritor mexicano (1972) y el Elías Sourasky de 1982. En 1983 recibió el Premio Nacional de las Letras. Sus últimos años estuvieron marcados por una larga lucha contra el cáncer.
Los versos de Sabines son directos y transparentes, y aunque no desdeña el refinamiento de la poesía culta, su estilo se inclina más hacia lo conversacional. Ello le ganó el favor del gran público, que se hizo patente sobre todo durante las dos últimas décadas de su vida. El autor utiliza un lenguaje cotidiano y sin adornos para crear composiciones que se colocan más cerca de los sentimientos que de la razón. Poeta del diario vivir, contempla con perplejidad y desde la más rigurosa terrenalidad el fenómeno del amor y el absurdo de la muerte.
推荐阅读: